.
.
...y entre las cosas perdidas de la gente encontré un tesoro y quise llevármelo. Ahora es mi tesoro pero tengo claro que su dueña real (la que dejó que se perdiera) puede venir en cualquier momento, encontrarlo y llevárselo con ella.
.
.
.
.
.
Publicado por Sofía Augusta Pérez de Ramos. a las 15:30