martes, 15 de febrero de 2011

Comí galletas desesperada, a una velocidad incalculable y sin detenerme ni para tragar. Mascaba sin pensar en la decencia o la cordura, observando las imágenes que aparecían en el envase, mostrando galletas mucho más frescas que las que se molían dentro de mi boca, e imaginaba que eran éstas las que yo comía, y la ansiedad aumentaba, y aumentaba, hasta sentir ganas de vomitarte todo este vacío que siento y de contarte que lo más triste de todo era saber que este rompecabezas ya no es nuestro, sino tuyo y mio, que son dos, uno propio y otro ajeno a mí, que estamos solos, más que nunca solos.

viernes, 11 de febrero de 2011

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(con el dolor de mi alma)

Este adiós, no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré.
A este ruido, tan huérfano de padre, no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca.
Esta loca se queda sin su loco.
Estos ojos no lloran más por ti.
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martes, 11 de enero de 2011

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Abrázame y muérdeme, llévate contigo mis heridas.
Aviéntame y déjame, mientras yo contemplo tu partida.

En espera de que vuelvas, y tal vez vuelvas por mí.

Despídete, ya no estarás, al menos ten conmigo esa bondad.
Te extrañaré, no mentiré. Me duele que no estés y tú te vas.

Amárrame y muérdeme, llévate contigo mis heridas.
Murmúrame y ládrame, grita hasta que ya no escuche nada.
Sólo ve cómo me quedo aquí esperando a que no estés.
En espera de que vuelvas y tal vez vuelvas por mi



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