Que siempre se tenga presente, que no fue porque sí,
que tras él hubo una larga espera,

que los nueve meses no se comparan
con todo el tiempo que fue soñado.
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- Préstame tu mano?
- Depende...
- De qué?
- De lo que quieras hacer con ella.
- Leerla..
- Es toda tuya, pero con devuelta, eh?
- Si, ya tengo dos, para qué tener tres...
- Y qué se supone que dice?
- No sé, hartas cosas, muy arrugada para ser mano...
- Tiene hartas líneas, pero es mano igual.
- Mira, la línea del amor!
- Y qué dice?
- Mira, un mino se aparece, se queda, y se va, que pena, no? Igual se queda por un buen tiempo, y después no aparece nada, que pena, que pena, es la vida, sabías que sería así. Qué crees tú?
- Creo que estás muy ebria...
- Creo lo mismo...


(31/12/06)
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No me acuerdo de qué me reía, pero me reía y vi una bandera chilena a media asta y se me hizo mierda
la risa, el pecho y la conciencia.
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Guarda algo de tu cara, sabes que sólo tienes una.
Cambia tu forma de ser mientras seas joven.

(Los sueños ya no son lo que solían ser. Hay cosas que se van perdiendo poco a poco.)



Sonríe como si lo sintieras.
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No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo. Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso: continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
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Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo. Porque lo has querido y porque te quiero. Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron. Vivir la vida y aceptar el reto. Recuperar la risa. Ensayar un canto. Bajar la guardia y extender las manos. Desplegar las alas e intentar de nuevo. Celebrar la vida y retomar los cielos.
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No te rindas, por favor, no cedas. Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda. Aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque cada día es un comienzo nuevo. Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo,
porque yo te quiero.

Mario.
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